La falta de conductores de camión de larga distancia en Europa, y en general en todo el mundo no es nueva, pero últimamente estamos viendo como esta realidad nos asalta en todos los medios de comunicación. El ejemplo más reciente es la escasez de combustible y bienes de primera necesidad en Reino Unido, que se ha visto abocado a sacar al ejercito a las calles para realizar el reparto y suministro de combustible a las gasolineras.
Pero, ¿A que se debe esta creciente escalada y preocupación por el tema?, ¿Que repercusiones tiene para la economía, la industria, el suministro de alimentos, materias primas, combustibles Etc.?
Quédate a leer este artículo y te desvelaremos que razones motivan la falta de profesionales del sector y que consecuencias produce este gran problema.
Índice
¿Que está causando la falta de conductores de larga distancia?
Realmente el problema, como casi siempre, no se debe a una única circunstancia, son varios los factores que inciden desde hace años en la falta de profesionales, y este no para de crecer.
Actualmente se estima que en Europa faltan entre 30.000 y 40.000 conductores cualificados de larga distancia para cubrir la demanda de las empresas de transporte.
Deficit entre jubilaciones y nuevos conductores
No hace demasiados años, muchos de los actuales oficios, como los de carpintero, pintor, albañil, soladores, electricistas, Etc. y por supuesto, el de camionero, se trasmitían de padres a hijos. Los conocimientos, la experiencia y el buen hacer de profesionales con muchos años a sus espaldas formaban a los profesionales futuros de forma eficaz.
En la actualidad, la rápida entrada y disposición al alcance de los jóvenes de nuevas tecnologías y redes sociales, ha restado atractivo a estos oficios que de forma tradicional se transferían de padres a hijos.
Esto lo podemos constatar simplemente pidiendo presupuestos para la reforma o decoración de nuestra casa o negocio, o leyendo las demandas de empleo en las que se buscan profesionales para la construcción de forma urgente.
El oficio de camionero, antaño dotado de cierto romanticismo, no es ajeno a estas circunstancias, y para los jóvenes resulta más atractiva la idea de ser un «Influencers» o «YouTubers» que la de estar varios días subidos a una cabina de camión, sin poder ir a casa a dormir todos los días y lejos de la familia.
Esta cruda realidad y sin tener en cuenta otros factores, es tremendamente difícil de solucionar, lo que provoca que la mayor parte de los actuales conductores tengan una edad alta o próxima a la jubilación y sin sustitutos cualificados para ocupar sus puestos.
Cambio en el mercado de trabajo
Durante la pandemia, los camioneros han tenido que hacer un esfuerzo extraordinario para suministrar a los hospitales todo el equipo necesario, a la vez se tuvieron que abastecer a los supermercados y artículos de primera necesidad, mientras todos estábamos confinados.
En este caso viene a ocurrir mas o menos lo mismo que con otros sectores de la sociedad, como el sector sanitario, y es que su especial esfuerzo no ha sido debidamente reconocido y recompensado.
La pandemia también cambió los hábitos de compra de millones de usuarios. Compradores que rara vez, o en ocasiones contadas usaban el comercio electrónico para adquirir sus productos, comprobaron a fuerza de estás aislados, que este método sería el idóneo, tanto para comprar unas mascarillas, como para realizar la compra de alimentos y artículos de primera necesidad sin salir de casa.
Esta eventualidad se convirtió en una nueva fuente de demanda de empleo para conductores de reparto a domicilio, en la que comparativamente, el camionero de larga distancia sale peor parado, principalmente en el hecho de que el conductor de reparto a domicilio regresa a casa cada noche para descansar y estar con su familia, y esto es muy difícil de compensar aun con un sueldo más alto para el camionero de larga distancia.
Aumento del comercio y la demanda de transportistas
En el 2020 y debido a la pandemia, el comercio y por tanto la necesidad de transporte de mercancías a larga distancia sufrió una fuerte recesión, pero al reactivarse la economía mundial en 2021, la escasez de conductores que en 2020 parecía haberse estabilizado no fue real, y la reactivación a provocado que esta demanda de camioneros de larga distancia sea aún mayor que en años anteriores, 2018 o 2019, incrementando el déficit en más de un 5%.
Unido este hecho a que las empresas transportistas buscan principalmente camioneros o conductores con experiencia en larga distancia, ya que se tienen que hacerse responsables de cargas en su mayoría por valor de muchos miles de euros, la gestión de albaranes, facturas, tacómetros, Etc. las posibilidades de encontrar conductores cualificados y con experiencia suficiente se reduce aún más.
Condiciones laborales y de formación
Como comentamos en el párrafo anterior, las empresas de transporte buscan a conductores con formación y experiencia demostrada.
La formación de un conductos de larga distancia, a diferencia de un conductor de reparto, es mucho más cara para el usuario y requiere de otras habilidades operativas para poder desenvolverse de forma adecuada en los mercados europeos y sus distintas regulaciones.
Esta falta de formación es un obstáculo para la contratación de conductores de larga distancia por parte de las empresas transportistas.
Por otro lado, y no menos importante, nos encontramos con una insuficiente remuneración del sector, contratos deficientes, falsos autónomos, los costes de adquisición del camión, Etc.
El sueldo medio de un conductor de larga distancia ronda los 1.400€ mensuales, poco atractivos e insuficientes en todo caso para afrontar las largas jornadas en incluso semanas fuera de casa, los robos mientras se descansa, trabajar en festivos, no percibir un salario en base a las horas que se está fuera de casa, en lugar de las 8 horas reglamentarias, Etc.
Consecuencias
Las consecuencias de este enorme problema son muchas, pero especialmente se traducen en algo que ya hemos podido ver en las estanterías de los supermercados, comercios y gasolineras de Reino Unido, o percibir en nuestros bolsillos en forma de aumento en los precios por el encarecimiento de los transporte y la escasez de productos.
La cuestión es peliaguda y pasa por propuestas y soluciones encaminadas entre otras a;
- Volver a convertir este oficio en atractivo para los jóvenes
- Abaratar y mejorar las ayuda a la formación del conductor profesional
- Remunerar de forma adecuada a los conductores de larga distancia
- Los contratos laborales deben mejorar y dejar de ser precarios
- Facilitar la conciliación familiar
- Avanzar en la seguridad en carretera y áreas de descanso ante los robos
- Que las empresas receptoras de mercancías faciliten la recepción y descarga
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