Calentar el interior de nuestro vehículo no debería de representar ningún problema en especial, siempre que se sigan correctamente algunas practicas o consejos generales.
¿Quieres saber como utilizar correctamente la calefacción de tu vehículo? Lee este artículo, seguro que te resulta de utilidad.
Índice
¿Cómo funciona la calefacción de los coches?
Antes que nada, hay que dejar claro un tema, y es que la calefacción, al contrario que el frío no utiliza el compresor o sistema de aire acondicionado, si no el propio calor generado por el motor.
Es decir, cuando en los meses de altas temperaturas queremos bajarla varios grados el interior de nuestro coche, utilizamos un compresor de aire que mediante la compresión de un gas, normalmente R134, y con el sistema de intercambio de calor, consigue enfriar el habitáculo de nuestro vehículo.
¿Consume más combustible conectar la calefacción del coche?
Enfriar el interior del coche requiere de cierta energía, que evidentemente es proporcionada por el motor del vehículo, lo que a su vez representa un mayor consumo de combustible y en muchos casos, la perdida de no poca potencia, dado que estos sistemas de aire acondicionado pueden llegar a varios caballos de potencia.
En el caso del aire caliente no ocurre esto, pues en lugar de utilizar un sistema de compresión de gas, utiliza el propio calor generado por el motor y un ventilador para trasladarlo dentro del habitáculo, el cual consume muy poco y no afecta además a la potencia del vehículo, ya que esa corriente es suministrada de forma eficiente por el alternador.
Llegados a este punto cabe puntualizar que lo descrito anteriormente solo es valido para vehículos de combustión interna, y no para vehículos de motor eléctrico, en donde tanto el aire caliente como el aire frío consumen en este caso energía almacenada en la batería del coche.
Ver artículo sobre coches eléctricos, híbridos y enchufables.
Consejos para utilizar la calefacción de nuestro vehículo
Si partimos de la base de que el aire caliente que necesita nuestro vehículo procede del motor, en el caso de los vehículos de combustión interna, es obvio que mientras el vehículo no alcance su temperatura de funcionamiento, no suministrará aire caliente al habitáculo, todo lo contrario, incluso puede darse el caso de que la temperatura en ese momento fuera del coche sea menor que la del interior, por lo que conseguiremos el efecto contrario al deseado.
Para calentar el habitáculo de forma correcta, tendremos que dejar en funcionamiento el motor durante unos minutos antes de activar la calefacción, para que este alcance una temperatura de funcionamiento optima.
Para evitar que se nos empañen los cristales del coche por el efecto del choque térmico, debemos aumentar poco a poco la temperatura de entrada, pues si lo hacemos de golpe, corremos el riesgo de perder toda la visibilidad de forma brusca, y esto es realmente peligroso sobre todo cuando nos encontramos en marcha.
Como bien es sabido por todos, el aire caliente es más ligero que el frío, y la tendencia es a que se quede en la parte superior del habitáculo, dejándonos los pies helado y la cabeza caliente. Además esto puede producir somnolencia con el consiguiente riesgo de sufrir un grave accidente.
La mejor opción es dirigir el aire caliente a la zona de los pies, de esta manera el calor se distribuirá de forma más eficiente y confortable por todas las zonas del habitáculo.
Conclusiones
- Utilizar la calefacción en invierno no gasta más combustible en los vehículos de combustión interna.
- Utilizar la calefacción en los vehículos eléctricos depende de la batería del mismo.
- Debemos esperar a que el motor esté caliente antes de conectarla.
- Hay que procurar no abusar de la temperatura para que no nos cause somnolencia.
- Es más eficiente y rápido dirigir el aire caliente a la zona de los pies.
- Hay que tener cuidado de no activar la calefacción muy fuerte al principio para evitar empañar los cristales del coche.
- Es un error conectar la calefacción y el aire acondicionado de forma simultánea.
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