Tipos de carrocería para coche – Parte 1

El mundo del automóvil ha evolucionado año a año presentando modelos con las últimas tecnologías, con interiores para todos los gustos, sistemas de seguridad, etc… El elemento que mayor diferencia supone entre un modelo y otro a simple vista los tipos de carrocería que tiene cada modelo, así como la variación de los mismos modelos al cabo de los años.

Clasificación de los tipos de carrocería

A la hora de distinguir los diferentes tipos de carrocería que hay en el mercado, podemos hacerlos de diferentes maneras, aunque las principales son: Según el tipo de construcción, según el número de volúmenes, según su forma y según su tipo de techo.

Según su construcción

En esta clasificación podemos encontrar tres tipos de carrocerías, que son las carrocerías autoportantes, las de chasis independiente y las tubulares.

Autoportante

Este es el tipo de carrocería más empleado comúnmente en los automóviles. Este tipo de construcción del chasis, implica que la chapa externa del vehículo se encuentre soportanto parcial o totalmente la carga estructural del vehículo. Su composición son un bastidor y una carrocería unidos entre sí ya sea mediante remaches o con soldaduras, formando así una carrocería completa.

Fue en 1923, cuando el Lancia Lambda incorporó por primera vez esta técnica de construcción de carrocerías en su fabricación, pero las primeras producciones en serie fueron para el Chrysler Airflow y el Citroën Traction Avant.

En la actualidad, casi 100 años después, el sistema de monocasco es el que emplean la mayoría de fábricas de automóviles. La unión que se emplea entre las distintas partes el mediante la soldadura de puntos.

Chasis independiente

Este tipo de carrocería es la más empleada por los todoterrenos, los autobuses y los camiones. Está formada por dos estructuras, la carrocería por un lado y el chasis por otro. En este tipo de carrocería, el chasis rígido es el encargado de soportar la totalidad del peso del vehículo, así como la transmisión y las fuerzas del motor.

Esta era la única técnica utilizada hasta el año 1923, cuando apareció la carrocería autoportante, y las cuales fueron sustituyendo a las de chasis independiente a lo largo de los años.

Por su lado, el chasis independiente se emplea principalmente para vehículos industriales, ya que debido a su rigidez, son más idóneos para soportar pesadas cargas. Su principal ventaja respecto a los demás tipos de carrocería es que el casco tiene una mayor facilidad de reparación al ser independiente del chasis.

Tubulares

Este tipo de carrocería también se conoce como superligera (superleggera en italiano) inventado por el carrocero italiano Touring en el año 1.937. Su composición se basa en la creación de una red de tubos metálicos soldados y recubiertos por láminas metálicas de aluminio o magnesio.

Al aligerar el peso del vehículo se consigue una mayor velocidad con una gran resistencia y una rigidez estupenda. Por esta razón se ha empleado en infinidad de vehículos deportivos, no llegando a usarse en utilitarios ya que es una técnica muy laboriosa y cara.

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