La saga de la película "Regreso al futuro" no deja indiferente a nadie. Posiblemente, si no fuera por el hecho de que el vehículo utilizado, el DeLorean DMC12 1981 fue dotado de multitud de elementos decorativos y de los para entonces novedosos tratamientos de fotografía digital, posiblemente este coche hubiera pasado bastante más desapercibido.

Quizás lo más llamativo de este coche fueran sus puertas con apertura en "ala de gaviota", reservado por aquella época, y también en la actualizad, para unos pocos superdeportivos.

Del DeLorean DMC12 1981 se llegaron a construir pocas unidades, y es significativo que fuera el único modelo que fabricó la compañía DeLorean Motor Company (DMC).

Se fabricaron alrededor de 8.500 unidades, de las que se piensa que aún deben de existir algo menos de 7.000 unidades,  y posiblemente gracias a la popularidad que gano gracias a esta película.

El coche fantástico fue una de esas series que a los que tenemos ya unos años, no se nos puede olvidar.

Y es que en lo años 80, pocas luces encontramos en el coche de nuestro padre, aparte de las habituales luces del cuadro como la de presión del aceite, intermitentes,  batería y poco más, y este era la envidia de cualquier verbena.

Para entonces, el coche autónomo era un sueño, y hoy en día aunque sin tantas "lucecitas" tenemos vehículos con un grado de autonomía increíble.

El Pontiac Firebird 1989 bautizado con el nombre de KITT, para la mítica serie de TV, es un deportivo clásico americano de los 80. Dotado de potentes motores, que según su versión oscilaban entre los 269 CV de las versiones más básicas o hasta los 340 CV de la versión Trans Am.

De vuelta a los coches autónomos nos encontramos a Herbie, pero en este caso, a diferencia de "El coche fantástico", Herbie posee consciencia propia y ciertas habilidades "humanas", de las que supieron sacar muy buen partido en Disney.

En la película titulada para el mercado español,  "Ahí va ese bólido" del año 1968, pudimos disfrutar de aventuras, carreras de coches y quizás por primera vez, pudimos admirar a un coche por algo más que sus cualidades técnicas.

Herbie era el personaje, aunque se trataba en realidad del modelo Volkswagen Sedan de 1963 propulsado por un motor Porsche 356B Super-90, un vehículo que para la época supuso un cambio importante en la forma de concebir vehículos utilitarios, y del cual se vendieron millones de ellos en diferentes versiones.

En el film Cristine de 1983, nos encontramos por primera vez ante un choche que no está conducido por un humano, si no todo lo contrario. En el interior de su motor albergaba al mismísimo diablo, que utilizará este magnifico Plymouth Fury de 1958 para sembrar el terror.

El Plymouth Fury pertenece a la matriz de Chrysler y a su primera generación de 1956-1959. Posteriormente, en la siguente generación se elimino el término Fury de su nombre.

El Plymouth Fury estaba disponible en dos tipos de carrocería Coupé Hardtop y descapotable, ambos fabricados en dos puertas, en su gran mayoría se vendían en color blanco.

El Ford Falcon XB GT Coupe de 1973 pertenece a la rama de Ford australiana. La competencia entre la rama australiana y la matriz estadounidense se hace notoria en los años entre 1960 y 1970, fabricando los australianos autenticas bestias que volaban sobre el asfalto de las carreteras.

El Falcon XB GT que podemos ver y disfrutar en la película de "Mad Max" está realizado sobre su tercera generación, que equipaba un soberbio motor de 5.755 CC que lo dotaba con 300 CV de potencia y un torque aplicado a la rueda de 515 Nm.

Además de ese impresionante motor, este autentico "Muscle car" estaba equipado con un sobre-alimentador instalado en el motor, y que sobresalía del capó del coche, otorgándole un aspecto agresivo y de potencia. Lamentablemente, este sobre-alimentador, al igual que muchas de las modificaciones realizadas en la carrocería, eran falsas y solo estaban destinadas a mejorar su apariencia.

De la saga de películas de James Bond podemos destacar muchas cosas interesantes; acción sin límite, magníficos escenarios, gadgets increíbles, Etc. pero entre ellas podemos distinguir casi con seguridad de que título hablamos, según el coche que en ella sale.

En este caso cuando hablamos de Goldfinger, película realizada 1964, hablamos también del lujoso e impresionante Aston Martin DB5, un clásico al alcance de muy pocos.

Este deportivo está basado en una actualización muy sustancial de su predecesor, el DB4 Serie V, que incluía mejoras como la de un motor realizado en aluminio de 4.0 L, nueva caja de cambios de 5 velocidades, tres carburadores, Etc. Dotado con 282 HP le permitía alcanzar la nada despreciable cifra para la época de 233 Kh.

La serie televisiva Batman producida entre los años  1966  y 1968, posiblemente es la precursora de las adaptaciones de coches basadas en vehículos reales comerciales, en este caso, la de un prototipo ya existente.

El Lincoln Futura Concept de 1955 no deja indiferente a los espectadores, y como ocurre en las sucesivas sagas y películas sobre Batman, el hombre murciélago conduce cada vez un vehículo aún más impresionante que el anterior.

Este vehículo diseñado y construido por Ford, ya por si futurista como su propio nombre indica, fue construido en Turin (Italia) a un coste de 250.000$, que ha día de hoy al cambio serían 2.400.000$.

El vehículo, principalmente concebido como un prototipo, fue exhibido por  primera vez el 8 de enero de 1955 por todo el territorio de EE.UU, siendo posteriormente adaptado y modificado para la serie de Batman por el diseñador  George Barris, y bautizado con el nombre en castellano de Batmóvil.

Con la serie televisiva Starsky & Hutch, descubrimos a una pareja de policías que trabajan de un modo muy distinto a lo que nos tenían acostumbradas las series policiacas de la época.

A bordo de su "Zebra Three" más conocido entre sus fans por el  "Gran Tomate Rojo", se trataba de un Ford Gran Torino 1976, que llevaba pintada una reconocible y exclusiva raya blanca a lo largo de todo el coche. Dicha franja blanca pudimos verla en cientos de coches que circulaban por nuestras ciudades, este vehículo policial no pasaba desapercibido para nadie.

El Ford Gran Torino del 1976 fue fabricado por Ford desde el año 1968 hasta el año 1976. Esta versión de 1976 disponía de 9 modelos diferentes. Montaban un motor V6 y V8 que podían llegar a los 7 L ofreciendo unos impresionantes 428 CV.

Fuente imagen cartel: themoviedb.org

No todo van a ser coches potentes y deportivos de lujo. Con el Equipo A llego toda una reina de las furgonetas la GMC Vandura G-Series. Y no es de extrañar, necesitaban un vehículo capaz de transportar todo un arsenal de guerra junto a sus cuatro ocupantes, no menos peligrosos que su equipamiento. Aunque si algo bueno tenía esta serie de televisión, era que por muchos tiros que pegaran o bombas que usaran, jamas moría nadie en sus aventuras.

Al igual que el Ford Gran Torino de 1976, de la serie Starsky & Hutch, esta furgoneta realizada por General Motors para Chevrolet, también lucia una enorme franja en sus laterales, en este caso roja. Se ve que aprendieron que los vehículos que salen en las pantallas televisivas, lucen mejor con una buena ralla que los distingan, pero en este caso, mejor roja que blanca.

El corazón de la GMC Vandura G-Series nada tiene que envidiar a los coches de nuestra lista, pues montaban bloques de seis cilindros con 4.1 L o de 8 cilindros con 7.4 l que llegaban a los 255 CV y 522 Nm de par máximo.

El film Austin Powers producido en el año 1997, podrá gustar más o menos a los aficionados al cine o de películas de espías, pero desde luego, lo que no deja indiferente a nadie es su llamativo Jaguar E-Type 1961, decorado con la bandera de Reino Unido.

En su lanzamiento el 15 de marzo de 1961, nada más y nada menos que Enzo Ferrari lo llamó "el automóvil más bello jamás fabricado"  y en marzo de 2008, el Jaguar E-Type ocupó el primer puesto en la lista realizada por The Daily Telegraph de los "100 autos más hermosos" del mundo de todos los tiempos.

Dicho esto, tenemos la certeza de estar ante uno de los automóviles más admirados por los amantes de los coches clásicos, y de la automoción en general. Si dispone de entre 225.000€ y 300.000€, y encuentra alguno en venta, puede entrar en el club de los escasos poseedores de esta autentica joya sobre ruedas.

Si eres del club del resto de los mortales que no disponemos de esa cantidad para "Caprichillos", siempre nos quedarán películas como la de Austin Powers.